Según una encuesta, el 81% de los españoles no sabe responder bien a tres preguntas básicas sobre la inflación, el interés compuesto y el riesgo en las inversiones. Es un efecto derivado de la falta de educación financiera

Podemos invertir en criptomonedas, pagamos con Bizum y utilizamos el móvil para mirar nuestros ahorros, pero si hay una asignatura pendiente que arrastramos año tras año es la educación financiera, una cuestión menos compleja y más imprescindible de lo que presupone la mayoría de la población.

La educación financiera es la combinación de conciencia, conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos financieros necesarios para tomar decisiones sólidas en nuestro día a día y, en última instancia, lograr el bienestar individual. Descuidar esta materia tiene serias consecuencias para todos.

Las carencias en educación financiera pueden conducirnos a tomar decisiones erróneas sobre nuestra economía personal, con el consiguiente riesgo de pérdidas patrimoniales, endeudamiento y escasez de ahorro, entre otros daños colaterales, advierten desde CECA, la asociación de cajas de ahorros y bancos creados por ellas, integrada por CaixaBank, Kutxabank y Cajasur Banco, Abanca, Unicaja Banco, Ibercaja Banco, Caixa Ontinyent, Colonya Pollença y Cecabank.

Tal y como señalan los especialistas, nuestro comportamiento financiero individual influye en el bienestar de toda la sociedad al favorecer la estabilidad del sistema financiero. Pero el panorama, al menos en España, no resulta demasiado alentador.

Menos conocimientos que otros países de la UE

Diversos estudios siguen poniendo el foco en lo poco que sabemos sobre finanzas. Por ejemplo, más de un tercio de la población española entre 18 y 64 años admite no saber “lo necesario para tomar las decisiones financieras más adecuadas”, señaló la Encuesta Funcas 2023 sobre cultura financiera, realizada a una muestra de 1.500 personas, representativa de la población internauta residente en España. Además, el 36% de los encuestados, que declararon esa falta de conocimientos financieros, dieron como motivo la errónea complejidad que entrañan las finanzas.

Los datos de Funcas trazan un panorama similar al que ofrece la Encuesta de Competencias Financieras relativa a 2021 del Banco de España, publicada el pasado 14 de noviembre. La cifra más reseñable es que el 81% de los españoles no sabe responder bien a tres preguntas básicas sobre la inflación, el interés compuesto y el riesgo en las inversiones o, lo que es lo mismo, solo un 19% responde bien a las tres preguntas. La encuesta, algo mejor que la de 2016, sigue situándonos en competencias financieras muy por debajo de otros países de nuestro entorno. España es el cuarto país de la UE con la peor formación en economía y finanzas.

Los grandes retos de la educación financiera: la digitalización y los jóvenes

La falta de conocimientos necesarios en finanzas multiplica los riesgos en una sociedad cada vez más digitalizada. El dinero digital, las criptomonedas y los bitcoins forman parte de la economía actual y copan los mensajes que se transmiten a través de las redes sociales o en boca de influencers con millones de seguidores. En España, más de la mitad de los menores de 29 años invierte en criptomonedas, según el informe de IE Foundation y la Fundación Mutualidad de la Abogacía, y es posible que la mayoría no conozca el riesgo que conllevan este tipo de inversiones o utilicen las nuevas plataformas digitales de inversión sin tener suficientes conocimientos financieros.

Formar en competencias financieras a la ciudadanía, y en especial a las nuevas generaciones, es fundamental para que los individuos aprendan a gestionar su propia economía y recursos de la mejor manera posible, además de tomar decisiones informadas a lo largo de su vida, tal y como señala la OCDE. Por tanto, la educación financiera es el mejor seguro contra fraudes y malas inversiones, por lo que resulta especialmente aconsejable comenzar a difundirla en edades tempranas, remarcan desde CECA.

Las entidades de CECA destinaron 2,23 millones de euros a mejorar la educación financiera y las habilidades digitales de la sociedad en 2022

Esta asociación aboga por aunar esfuerzos para implementar de forma inmediata la educación financiera en el currículum escolar y transmitir la enseñanza de habilidades y competencias básicas financieras, además de conseguir un buen ecosistema educativo con programas de educación financiera que conlleven la implicación de todos. Otro de los retos es transmitir conocimientos entre toda la población, jóvenes y no tan jóvenes, sobre los nuevos conceptos y productos surgidos a partir de la digitalización.

El mayor inversor en formación sobre finanzas

“En un mundo donde la tecnología y la globalización condicionan profundamente la experiencia juvenil, la cultura emerge como una herramienta esencial para empoderar y proteger a los jóvenes contra el adoctrinamiento digital”, afirma Alberto Aza, portavoz de CECA. En 2022, las entidades de CECA destinaron 2,23 millones de euros a mejorar la educación financiera y las habilidades digitales de la sociedad en 2022. Con algo más de 15 millones de euros invertidos en los últimos cinco años, este sector se consolida como el mayor inversor en educación financiera de España poniendo en marcha multitud de iniciativas sobre temas como el ahorro y la gestión de presupuestos, la ciberseguridad y las inversiones, entre otros.

Además, CECA forma parte del Plan de Educación Financiera, cuyo objetivo es promover iniciativas que acerquen la cultura financiera a todos los colectivos limitando así la brecha digital. Una inversión pensada en mejorar las competencias financieras para así dotar de una mayor calidad de vida a todos.