Las entidades asociadas a CECA han obtenido en su conjunto un resultado atribuido de 1.766 millones de euros en el primer semestre de 2021, frente a los 762 millones del ejercicio anterior. Este rendimiento, que se produce en un contexto de recuperación económica tras el fuerte impacto de la pandemia, no tiene en cuenta el resultado extraordinario derivado de la fusión CaixaBank-Bankia, con el que se elevaría a 4.669 millones de euros.

Por el lado de los ingresos, el margen de intereses se reduce un 1,3% debido al impacto de la caída del euríbor en el crédito hipotecario, así como a los cambios en la estructura de la cartera, con un mayor peso de los préstamos ICO y unos menores ingresos procedentes de préstamos al consumo y renta fija.

La reactivación comercial ha permitido un repunte de las comisiones (7,4%), así como de los resultados de empresas participadas (65,6%) y de los ingresos por dividendos (44,7%), aunque esta mejora no llega a compensar el descenso del margen de intereses, del ROF y de las ganancias por explotación, que el año anterior se anotaron ingresos no recurrentes.

Por el lado de los gastos, el esfuerzo de contención y de reestructuración efectuado por las entidades ha permitido una ligera reducción de los gastos de explotación, sin incluir los costes extraordinarios asociados a la citada fusión.

La disminución de las pérdidas por deterioro en el primer semestre (en 1.460 millones de euros menos que en el primer semestre de 2020) ha permitido una mejora de los resultados y eleva la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) al 6%, frente al 1,4% del año anterior.

A pesar del contexto económico, la dudosidad del crédito se mantiene contenida, situándose en un 3,8% en junio, lo que supone 0,23 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del ejercicio anterior.

Asimismo, las entidades del Sector han reforzado su solvencia al alcanzar una ratio CET1 del 13,9% de media en junio 2021, lo que supone una mejora de 0,21 puntos porcentuales con respecto a la ratio reportada en junio de 2020 y que supera de forma holgada los requerimientos mínimos de capital exigidos por el Banco Central Europeo (BCE).