El número de pueblos sin acceso a servicios bancarios ha bajado hasta un 75% durante los tres últimos. Para Alberto Aza: “las medidas puestas en marcha por el sector bancario español han posibilitado que la exclusión financiera haya caído en 2023 un 38,4 % en términos de número de municipios y un 71,5 % en términos de habitantes”.
Retirar dinero, pagar un recibo o actualizar una cartilla son gestos cotidianos en la ciudad, pero todo un desafío en algunos lugares de la España rural. La brecha financiera, junto al envejecimiento de la población, se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la llamada España vaciada. Sin embargo, mientras otros servicios básicos como la sanidad o el comercio mantienen una tendencia negativa, las nuevas iniciativas bancarias han impulsado la accesibilidad financiera durante los últimos años.
Una clara evidencia del avance es que, en sólo tres años, la cantidad de municipios de más de 500 habitantes sin acceso presencial a servicios bancarios ha caído un 75 %. Así lo refleja el Informe sobre la Inclusión Financiera en España, encargado por las patronales AEB, CECA y Unacc al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) para abordar el riesgo de exclusión financiera en las zonas rurales y la España vaciada ante la progresiva reducción de oficinas bancarias y cajeros.
Es más, el estudio, con datos de 2023, revela que sólo el 0,9 % de la población sigue sin tener acceso a servicios financieros presenciales. A finales del pasado año, apenas 60 de un total de 4.142 municipios con más de 500 habitantes carecían de ellos. Estas cifras, “especialmente bajas”, según Alberto Aza, portavoz de CECA, son el resultado de “las medidas puestas en marcha por el sector bancario español, que han posibilitado que la exclusión financiera haya caído en 2023 un 38,4 % en términos de número de municipios y un 71,5 % en términos de habitantes”.
Pese a que durante los últimos años han desaparecido más de 10.000 cajeros (un 3 %, situados en municipios de menos de 1.000 habitantes), Aza destaca las acciones que han mejorado la situación: la instalación de nuevos cajeros en lugares sin acceso previo, la expansión de agentes financieros y oficinas móviles, y la creciente formación en educación financiera y digital, que benefició a más de 650.000 personas mayores en 2024.
Además, la colaboración con Correos y el comercio local ha permitido ofrecer servicios a más de 1,1 millones de personas en municipios sin oficinas físicas, gracias a iniciativas como el cashback (que permite retirar dinero en comercios locales) y el servicio de Correos Cash. En opinión de Aza, aunque el cashback tiene aún “una implementación más limitada”, supone “una oportunidad estratégica para ampliar el acceso al efectivo a través de los comercios locales”.
Por otro lado, si bien la sensibilidad respecto a la exclusión financiera se ha incrementado durante los últimos años, entidades como Eurocaja Rural llevan cerrando la brecha en las zonas rurales desde hace más de una década. Tal como destacan desde la entidad, su Plan de Expansión, iniciado en 2011, ha multiplicado por más del doble su red de oficinas, alcanzando más de 480 sucursales en la actualidad, y se mantiene como única entidad financiera en un total de 70 localidades de difícil acceso.
Desde Eurocaja Rural destacan su enfoque centrado en los pueblos, donde se concentra más del 50 % de su clientela, con una atención personalizada a más de 80.000 personas que son “rescatadas de la exclusión financiera”, subrayan.