

Memoria de Obra Social
2017
7
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Innovación:
entendida como habilidad para adaptarse a
los cambios y aprovechar los nuevos canales que ofrecen
la digitalización y el BigData.
Retos futuros
La experiencia de varios siglos como líderes de inversión
social asegura que la Obra Social sigue manteniendo el
compromiso con acciones que aseguren una sociedad más
justa y equitativa dedicando una gran parte de sus esfuerzos
para contribuir al desarrollo económico, el progreso social y
la inclusión financiera.
Las preocupaciones actuales se centran principalmente
en los cambios sociales y demográficos, la tecnología y
la digitalización, las debilidades del mercado laboral, la
desigualdad, el paro y la exclusión entre otros.
Actualmente el mundo se está enfrentando a una
revolución tecnológica intensa y rápida con unos ritmos
de cambio muy superiores a los ya acontecidos en la
historia de la Humanidad. Estos cambios no siempre van
acompañados de progreso social, por lo que el sector de
Obra Social deberá centrarse en aquellos proyectos que
contribuyan a una redistribución de la riqueza o que
generen un crecimiento inclusivo, tal y como ya se viene
debatiendo en ámbitos internacionales.
El progreso no debería relacionarse únicamente con la
revolución en nuevas tecnologías, sino que será necesario
transmitir valores junto a habilidades y conocimientos que
ayuden a tomar decisiones informadas a los individuos.
La educación se considera una herramienta para romper
el ciclo de la pobreza contribuyendo a la igualdad
de oportunidades y por tanto a la inclusión social. En
este sentido, la Educación Financiera tiene un papel
fundamental en la sociedad y las entidades y las
fundaciones deben seguir apostando en esta dirección.
Nuestra sociedad se enfrenta al reto de adaptarse a la
vertiginosa evolución de los mercados y a las nuevas
ofertas de productos y servicios financieros, que unidos
a la era de la digitalización y a la creciente aparición de
nuevos canales, hace que la Educación Financiera tenga
la importancia y el suficiente contenido para nuestra
sociedad como para dedicarle la atención exclusiva que
merece. La educación financiera proporciona, pues, las
herramientas adecuadas que capacitan a la población
para tomar las decisiones financieras correctas y así
poder prosperar en el contexto económico actual.
Para CECA y sus asociadas, promover el desarrollo de la
cultura financiera como herramienta para ayudar a todos
los ciudadanos a optimizar sus decisiones en el ámbito
financiero es esencial, especialmente con los jóvenes, uno
de los segmentos que más apoyo necesita en este aspecto,
como bien reflejaron los resultados del informe PISA 2015.
Por ello, es clave que se sigan aunando esfuerzos para
implantar nuevas estrategias e iniciativas que sean útiles
para el progreso y el desarrollo de toda la sociedad de la
que formamos parte, tratando de llegar, además de a los
más jóvenes, a los mayores, emprendedores y sectores
desfavorecidos, fomentando así la inclusión financiera y
ayudando a conseguir el bienestar social.
En este sentido,
Funcas y CECA
anunciaron a finales de
2017 la puesta en marcha del
‘Programa Funcas de
Estímulo de la Educación Financiera’
para el año 2018,
dotado con tres millones de euros y que contribuirá
a financiar actividades de educación financiera que
desarrollen las entidades adheridas a CECA con el objetivo
de mejorar el nivel y la calidad de la educación financiera
mediante la consolidación de los proyectos existentes y el
impulso de otros nuevos.
Así mismo, el apoyo al emprendimiento, que es una
las materias más importantes que recoge la Educación
Financiera será entendido como herramienta de innovación
y estrategia de crecimiento económico.
La educación Financiera
contribuye a generar igualdad
de oportunidades y a evitar la
exclusión social.